No temamos ser mujeres libres, ni romper paradigmas o ir en contravia de mandatos patriarcales. Como mujeres tememos, por supuesto. Los hechos nos revelan que tenemos más probabilidades de ser agredidas o asesinadas que un hombre.¿Y si nos planteamos varias preguntas que nos motiven a cambiar algunos paradigmas? ¿Y si empezamos a crear una revolución interna y nos atrevemos a más? Luchemos y levantemos nuestra voz para que las mujeres seamos libres y respetadas, ya sea en sus casas o fuera de ella.
Sentar en el banquillo y señalar a las mujeres por querer ser libres, al parecer ya se volvió un tema natural y justificable. Vivimos en una sociedad donde señalamos a la mujer y naturalizamos cualquier acto de violencia verbal o física ante ella. Una sociedad que excusa que la mujer sea gritada o chiflada con obscenidades cuando pasa por la calle, que excusa que la mujer sea violada o acosada sexualmente por la vestimenta que lleva puesta, una sociedad donde las mismas mujeres desvirtúan a otras y la reducen a la categoría de objeto.
¡BASTA YA!
Recriminemos con todas las fuerzas de nuestro ser los comentarios que condenen a cualquier mujer de ser violentada y agredida. No nos dejemos apabullar, no dejemos que el miedo nos gane. Nadie tiene derecho a ser castigada por querer ser libre e ir detrás de sus sueños. SIGAMOS SIENDO MUJERES LIBRES, cueste lo que nos cueste.
Que las palabras e historias que encuentres en este espacio se conviertan en un movimiento que aporta esperanza a muchas mujeres, que se atrevan a soñar muy alto y sobretodo, a confiar más para hacer esos sueños realidad.
Dedicado a todas las mujeres que les apagaron su corazón, pero jamás su libertad.
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